La autocartera consiste en que una empresa es accionista de ella misma, esta expresión seguro que la has escuchado alguna vez en la prensa. También se puede hablar de autocartera cuando una sociedad que forma parte de un grupo de sociedades, adquiere las acciones emitidas por la sociedad dominante
¿Por que le puede interesar a una empresa invertir en sus propias acciones?
Los motivos pueden ser diversos:
Puede querer estabilizar los precios de sus acciones, reduciendo el número de acciones en el mercado.
Puede querer retribuir posteriormente con ellas a sus accionistas, directivos o empleados.
Puede querer realizar una reducción de capital amortizando esas acciones y sacándolas del mercado.
La normativa que regula la misma es la Ley de Sociedades de Capital que derogó a las Leyes de Anónimas y Limitadas.
La autocartera está restringida a un máximo del 5% del volumen total de acciones en el mercado o bien del 10% del capital social que se destina a la propia autocartera. Además las empresa que invierten en sus propias acciones están obligadas a informar de estas inversiones a la CNMV.
Las sensaciones que transmite una empresa que está invirtiendo en autocartera pueden ser muy diversas, por ello es necesario analizarlas con rigor y con otro tipo de análisis en conjunto para evitar tomar decisiones erróneas, aunque por lo general una empresa que está invirtiendo en autocartera nos está diciendo implícitamente que:
- Tengo las cuentas saneadas y me permito comprar acciones.
- Mis acciones subirán, habrá menos, disminuirá la oferta.
- Apuesto por mi misma, confío en mi misma.
- Creo que mi empresa en bolsa vale menos de lo que realmente vale, por ello invierto en ella.
Grandes inversores como Warren Buffett buscan empresas que invierten en su autocartera para posteriormente amortizar esas acciones, y ellos no suelen equivocarse en estas cosas.